Volvemos con una pipirrana manchega después de unos cuantos meses de descanso en el blog. Es una receta sencilla de esas que se basan en los buenos ingredientes de la tierra y de la conserva de pescados, pero sobre todo de los ingredientes caseros de toda la vida que siempre tenemos en nuestras despensas. Una receta muy buena para la época que se nos avecina… ¡¡ el verano !!
La receta es de mi buena amiga Josefina de Villamayor de Santigo, una manchega de pura cepa en cuya casa nunca falta un buen queso, un buen aceite y un buen tarro de arrope manchego. Gracias a ella conocí -ya hace unos cuantos años cuando estudiabamos juntos en la Complutense temas relacionados con las bellas artes- esas deliciosas frutas cocidas en almibar de mosto que sabiamente me recomendó comer acompañadas con queso de su tierra; aún recuerdo ese primer bote de arrope y ese queso que me regaló por primera vez.
Seguramente ya conocerás esta receta e incluso la llamarás con otro nombre, al parecer en Jaén se come remojando sopas, en algunas zonas de Castilla-La Mancha se hace con caballa o se la conoce como moje manchego, y en Andalucía se le añade pimiento verde y pepino. En Murcia la llaman moje murciano y en otras zonas de levante la conocen como ensalada murciana. Yo la conocí como pipirrana manchega así que el Oso con Botas se queda con ese nombre.
Pipirrana manchega
Ingredientes:
- 675 g de tomates maduros
- 95 g de cebolla roja picada finamente
- 2 g de diente de ajo rallado
- Aceitunas negras sin semilla al gusto
- 125 g de atún en escabeche
- 4 huevos cocidos en dados
- Sal y pimienta negra al gusto
- Un par de pizcas de azúcar
- Aceite de oliva virgen extra
- Huevos cocidos para decorar
- Perejil picado para decorar (opcional)
Elaboración:
- Se pone a hervir agua en una cazuela grande, se hace un corte pequeño en cruz a los tomates y se echan en el agua caliente. Cuando la piel se empiece a agreitar se retiran del agua con ayuda de una espumadera y se echan en agua muy fría.
- Se pelan, se parten por la mitad, se retiran las semillas -resérvalas que luego te diré qué hacer con ellas-, y se van estrujando dentro de un cuenco grande.
- Se añade al cuenco la cebolla muy picada, el diente de ajo rallado, las aceitunas, el atún desmingado y los huevos en dados, y se condimenta con la pimienta negra recién molida y el azúcar.
- Se ponen las semillas de los tomates en un colador y con una cuchara se les saca todo el jugo posible. Se echa el jugo en la pipirrana y se mezlca todo muy bien.
- Se pone un buen chorretón de aceite de oliva virgen extra. Se tapa con papel film y se deja reposar un par de horas en la nevera -mejor si es toda la noche- para que los sabores se asienten y esté todavía mejor la pipirrana manchega.
- Se saca de la nevera medía hora antes de servirla y cuando se vaya a llevar a la mesa se condimenta con sal al gusto.
- Se decora con perejil picado y con huevos cocidos cortados en cuartos, y un buen chorretón de aceite de oliva virgen extra.
Yo he servido esta fácil y refrescante pipirrana manchega acompañada de unas tostas -ha sido un entrante rápido-, pero también la puedes servir como guarnición de una tortilla de patata o un par de huevos fritos, eso ya te lo dejo a tu elección.
CONSEJOS ÚTILES:
- Según me cuenta Josefina se deben usar tomates caseros en conserva y no tomates frescos, pero como yo no conservo tomates he preferido pelarlos y dejarlos un pelín más en el agua hirviendo para suavizar la textura.
- Puedes hacer esta receta con atún en aceite de oliva, con caballa o con la conserva de pescado que más te guste, pero si usas pescado en aceite añádele un poco de vinagre para realzar el sabor de la pipirrana.
- Me encanta el ajo, según la receta de mi amiga Josefina no lo lleva, pero me permito esa licencia y se lo añado a esta pipirrana manchega. Y, como todo en la comida va en gustos, me gusta ponerle aceitunas negras maceradas con pimentón y cebolla, pero puedes sustituirlas por aceitunas verdes.
¡¡ A disfrutar de esta pipirrana y del buen tiempo !!
Extraordinaria receta, soy de Villamayor Santiago y todos los » viernesantos » de mi vida que son mas de 60, la he disfrutado con mucha satisfacción, la sigo haciendo con tomate entero de bote muy grande (que vendía la mujer de Claudio) en casa no teníamos otro, y ese sabor inconfundible unido al potaje de vigilia y de postre leche frita que mi madre hacía con delicadeza me devuelve a unos años de los más felices. Gracias por esta fantástica receta.
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Bienvenido de nuevo Raul.
La pipirrana, se le denomine, manchega, o de cualquier otra manera, siempre esta buena, y en este tiempo mas.
Ya se echaban de menos tus recetas,fotos y el menaje que las acompaña.
Saludos cordiales.
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Gracias María, a ver si me pongo en serio con esto y vuelvo a retomar el ritmo… 😉
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Yo tb soy de ajo, así que ya van varias raciones al Oso. También soy fan de las aceitunas negras, más que las verdes…y de los tomates. Esa receta me ha enamorado.. igual que el plato precioso en el que está, y las fotos del modelo paciente. Una receta sencilla, con su que, de esas que llenan el estómago pues uno las combina con pan.
Me gusta, me gusta mucho la pipirrana manchega!
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Ahora sabemos con que acompañar las tostadas de ayer 😉
Hola!
Muy rica y refrescante está Pipirrana manchega. No la he preparado nunca. Es muy mediterráneo, seguro me gustará. Así mis tostadas del desayuno se van a revolucionar. Me guardo ya le receta, y pienso añadirle ajo porque a mi también me gusta mucho.
Un saludo
Eni
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Se ve delicioso y las fotos están bellísimas…. saludos!!
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Qué pinta más rica! 🙂
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