VINO CALIENTE CON ESPECIAS

El invierno está a un paso de hacer su entrada este año y los días se tornan cada vez más cortos, grises y fríos. Así que por qué no calentar las manos y el paladar con una bebida caliente y que lleva presente en los inviernos europeos desde tiempos inmemoriales. Conocido como Glühwein en Alemania y Holanda, vin chaud en Francia, greyano vino en Bulgaria, mulled en paises de habla inglesa, vin brulé en Italia, grzane wino en Polonia o sicak sarao en Turquía. Lo cierto es que su origen se pierde en la historia de este continente y ha dejado huellas en momentos importantes y registrados. En época del Imperio Romano se le conocía como Conditum paradoxum y consistía en cocer miel con especias, frutas y vino. En la Edad Media Robert de Nola, autor catalán del «Llibre del Coch» habla sobre la preparación conocida como vino hipocrás -supuestamente la creación de este vino se le atribuye al médico griego Hipócrates- que consistía en calentar vino con miel y especias como nuez moscada, canela, clavo, jengibre, pimienta negra, etc. Se tomaba caliente y se servía para apaciguar los días grises y fríos de invierno. José Maillet en su obra «El Confitero Moderno», publicada en Barcelona en el año 1851, menciona dos tipos de vinos: el vino hipocrás y el vino hipocrás espumoso. El primero lo elaboraba con dos partes de vino, media parte de agua, azúcar, canela de Holanda, zumo de limón y piel de naranja agría. El segundo, con una preparación más laboriosa, se hacía batiendo yemas de huevo con azúcar y se le iba añadiendo vino caliente previamente puesto en infusión con canela y semillas de cilantro. Ambos vinos se servian calientes. Yo lo he hecho con vino blanco -tradicionalmente se usa el tinto o el rosado pero en más de una receta se sustituye por vino blanco-, canela en rama, semillas de cilantro, bayas de cardamomo, clavo de olor, anís estrellado, zumo de un limón, piel de una naranja, pizca de sal y azúcar. Y, como en casa gusta mucho la nata y las frutas rojas de esta temporada, serví el vino en una taza de cristal con grosellas y moras y lo cubrí con un chorrete de crema chantillí.

Ingredientes:

PARA LA CREMA CHANTILLÍ:
500 ml de nata para montar
Pizca de sal
60 g de azúcar
1 c.c. de aroma de vainilla (opcional)

PARA EL VINO CALIENTE:
1 g de clavos de olor
6 g semillas de cilantro
2 g de macis
20 bayas de cardamomo verde
10 g de canela en rama
3 anises estrellados
Piel de 2 naranjas
2250 ml de vino blanco (3 botellas)
De 250 a 350 g de azúcar
Pizca de sal
Zumo de un limón
Grosellas y moras frescas para el vino y para decorar
Canela en polvo o en rama para decorar (opcional)

Elaboración:

PARA LA CREMA CHANTILLÍ:
Se vierte la nata, el azúcar, la sal y el aroma de vainilla en el vaso de la batidora. Se bate hasta que se haya montado la nata. Se guarda en una manga pastelera y se mete en la nevera hasta para que este muy fría.

PARA EL VINO CALIENTE:
Se tuestan todas las especias -yo uso una sartén vieja y las tuesto una por una hasta que cada aroma empieza a llegarme a la nariz-. Las bayas de cardamomo son las únicas que se machacan en el mortero antes de ponerlas al fuego; el objetivo es que las semillas dentro de las bayas se tuesten ya que son las que aportan el aroma y sabor. Se reservan junto con la piel de las naranjas hasta el momento de incorporarlas al vino hirviendo.
En una olla grande se lleva a ebullición el vino, el azúcar y la sal y tan pronto como se haya roto el hervor se incorporan las especias, la piel de las naranjas y el zumo de limón -la cantidad de azúcar la dejo a tu elección conforme a los parámetros que he indicado en los ingredientes-. Se tapa la olla y se retira del fuego inmediatamente. Se deja en infusión una hora. Antes de servir se pasa por un colador de tela o muselina. Es muy importante colar las especias y la piel de las naranjas ya que si continúan por más tiempo dentro del vino el sabor será muy fuerte e incluso la bebida puede llegar a amargar.

Se rellenan dos frascas de vino y se reservan para cuando haya que beberlo -yo recomiendo que lo tomes a partir del día siguiente ya que su sabor estará más acentuado-. Para servirlo se calienta, se colocan algunas grosellas y una mora en el fondo de una taza de cristal, se vierte el vino e inmediatamente se cubre la superficie con la crema chantillí. Se decora por arriba con moras y grosellas frescas o con canela en polvo.

Las especias que he usado son las que a mí más me gustan y siempre tengo en casa pero puedes sustituirlas por las que tengas más a mano. Entre las especias que podrías usar están la vainilla, la nuez moscada, la pimienta negra o roja, la pimienta de Jamaica (conocida también como gorda, inglesa o de Tabasco), jengibre, limoncillo (lemongrass), el hibiscus o rosa de Jamaica y los granos de café  o de chocolate. Si te parece demasiado pesado ponerle la crema chantillí no la pongas y recuerda que acompañado de un trozo de bizcocho o una rebanada de stollen está de maravilla a media tarde. Una de estas fotos la he usado para participar en el reto que mensualmente propone Salome de Junglefrog Cooking. El reto de este mes consistía en fotografiar una comida o una bebida servida en cristal. La tarea no era fácil ya que hay que estar atento a los reflejos y hacerlos desaparecer con reflectores negros. A mí personalmente me gusta más fotografiar el cristal a contraluz y sobre una base negra que refleje ya que le proporciona haces de luz que aportan un cierto toque de magia.

¡¡ Que disfrutes de esta bebida !!

32 comentarios sobre “VINO CALIENTE CON ESPECIAS

  1. Creo que me perdí de muchas recetas y entradas tuyas! Ya me estoy poniendo al corriente, todas se ven espectaculares! Me encanto esta receta, me da recuerdos de cuando estaba estudiando en Paris, solo que tomabamos vino tinto caliente especiado.

    Me gusta

  2. Muchas gracias Oso por este post. En mi blog tengo una receta de Tartiflette en la que hablo de las jornadas de invierno que hemos pasado en Los Alpes y en las que disfrutábamos de un súper reconfortante «Vin Chaud», porque allí hacia un frio que pelaba..yo no lo he preparado nunca pero viendo estas fotos estupendas creo que me voy a animar. Apunto la manera de prepararlo. Bss y gracias

    Me gusta

  3. Una de las cosas que más me frustran es que en Madrid rara vez hace el suficiente frío en Diciembre para tomarse un vino caliente de estos, salvo días muy contados. El que diga que hace frío en Madrid, que se vaya a Soria a ver qué le parece, jejeje.

    Me ha gustado mucho tu versión, con la crema chantilly por encima le da un toque muy especial. Las fotos de las especias, son excelentes. Se nota mucha destreza con la cámara.

    Me gusta

  4. Qué fotos tan impresionantes! me encantan las fotos de líquidos a contraluz, pero aún no he conseguido que me salgan ni la cuarta parte de bien que a ti.
    El vino caliente me gusta mucho, sobre todo tomado en la calle en un mercado navideño…dentro de quince días lo estaré disfrutando en Alemania!
    Nunca lo he probado con vino blanco, pero seguro que también está delicioso.
    Un besico.

    Me gusta

  5. Soy una enamorada de las especias …me has transportado como siempre hacía la calidez de otros tiempos, los tonos ambarinos invitan a la serenidad a dejarse llevar por el calorcito de tus letras y la maravilla de esa luz filtrada entre tonoso rojizos, blancos espumosos…el sabor del vino…abriste una ventana a la belleza una vez más.

    Buen fin de semana, un beso-te!

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.